Saturday 20 December 2008

La princesa ofendida

Por Miriam Celaya, Centro Habana

Nota preliminar del Abicú:

Miriam Celaya ya nos tiene acostumbrados a postear a granel cada mes. Este Fin de Año nos regala en
sinEVAsión, además del aquí reproducido sobre la grosera reacción tardía de Mariela Castro Espín a la pregunta de Yoani Sánchez (de casta le viene al galgo o vileza castrista obliga) otros cuatro textos fuera de serie en la blogósfera universal:

"Un hermoso punto del itinerario", sobre el encuentro de blogueros independientes de la Isla; "Réquiem por Pepito", sobre la extinción del choteo criollo; "Levántate, Maceo!", sobre la boga de España como destino migratorio; y "De vallas e insectos", ingenioso comentario a propósito de una propaganda orwelliana que exhorta a los vagos consuetudinarios a seguir el ejemplo de las hormigas. [Foto: Yoani y Mariela.]

Combinando el primero con el segundo tema, a mi Alter Ego se le ha ocurrido aplatanar un viejo chiste escolar de este modo:

Enfundada en su flamante traje de pionera cortado a la medida, Marielita regresa de la escuela de mal humor. Raúl se da cuenta y le pregunta:


--¿Qué, otro suspenso?

--No es eso, Pipo.


--¿Y entonces por qué esa cara enfurruñada?


--Es que sigo sin entender al profe de Aritmética. Ayer dijo que tres más dos eran cinco y hoy que cuatro más uno...

Raúl arruga el entrecejo y se acaricia el esmirriado mentón:

--¡Coño, ya se lo he dicho mil veces al cabezón de tu tío! Esos puñeteros maestros emergentes no saben ni contar. Menos mal que el muy bestia no te reventó un pupitre [pinche ahí para ver la noticia del suceso real al que alude el Hermanísimo] en la cabeza...

Finalmente, por mor de satisfacer una simple curiosidad exiliar del Abicú, dos preguntas concretas a Mariela sobre los avances de la lucha contra la homofobia en la Isla: ¿ya las parejas de gays y lesbianas criollos pueden marcar en la cola de las posadas para alquilar por un par de horas, en igualdad de condiciones con las parejas heterosexuales, una habitación en cualquiera de nuestras en mi época mohosas, cutres posadas?

¿O ya se han remozado, higienizado, amueblado, multiplicado y abastecido de ropa de cama, toallas, jabón, papel higiénico y --último pero no menos importante-- servicio de cantina (la cuota de productos racionados apenas aporta calorías para la "posición del misionero" contra reloj), a fin de que, dado el enorme déficit de espacio amatorio en la Isla, Romeos y Julietas no nomenclaturizados de todas las edades, razas, credos, niveles culturales, regiones y géneros intercambien caricias íntimas fuera del hogar sin temor a contraer enfermedades venéreas sobre colchones arqueológicos e inodoros tupidos; a tener que espantar moscas, cucarachas, ciempiés, piojos, pulgas, garrapatas y zancudos; o a servirles de reality-show erótico a mirahuecos apostados detrás de agujeros ad hoc en el techo y las paredes, detrás de puertas y ventanas desvencijadas?

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La princesa ofendida

Por Miriam Celaya, Centro Habana

La infanta Mariela Castro está bravita: la plebeya e insignificante Yoani ha estropeado un día en que ella se había levantado “más lúcida que de costumbre” (menos mal), al preguntarle sobre algo “que no tenía nada que ver con el tema de la reunión”.

Pues sí, pese a la lucidez de la gran investigadora social y al “rigor profesional y científico de la convocatoria” de su tertulia particular que tuvo lugar en Bellas Artes, Yoani se quedó sin la respuesta que esperaba y la infanta, en aquel momento, congeló en su rostro una sonrisa entre incrédula y perpleja.

Y no era para menos: una simple mortal invadía su Parnaso y se atrevía a proponer la extensión del debate sobre la tolerancia a otras esferas de la vida social, más allá del tálamo íntimo de las relaciones y orientaciones sexuales de cada quien. ¡Sí que es fresca esta Yoani! E ignorante, incluso, por no saber que a esas reuniones de los ungidos solo se asiste a escuchar y reverenciar.

Nunca entenderá la contrariada infanta que en esa ocasión, en lugar de balbucear tonterías, tuvo una oportunidad dorada para demostrar que brillaba con luz propia, que no es posible autoproclamarse investigadora social y encerrarse en una parcela –gozando, además, de toda la impunidad de sus muy ilustres apellidos- para evadir responsabilidades profesionales. Por mi parte, trabajé por más de 20 años en un instituto de ciencias sociales de este país y me consta que en la mayoría de los casos las investigaciones que ponen al desnudo los profundos conflictos sociales de esta nación jamás son publicadas.

Por eso yo no voy a emplazar a tan insigne dama desde el punto de vista de la política (que parece resultarle ajeno e incómodo) sino desde la percepción de la investigación social a la que apela en su quejumbroso “Mensaje a Arturo” [el portal del Centro Nacional de Educación Sexual, CENESEX, sigue extrañamente fuera del éter]. Ya que a ella le parece tan fuera de lugar debatir sobre aspectos actuales de la sociedad cubana que no tengan que ver con el estrecho marco de la sexualidad y el género, me gustaría saber su criterio de cómo se ha manifestado la expresión de la política oficial en torno a la sexualidad –su especialidad, dice ella- a lo largo de los últimos 50 años.



Sobre todo me interesa una realidad tan silenciada como las llamadas Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP), a las que el gobierno envió a miles de homosexuales, y también a heterosexuales incómodos, a realizar trabajos forzados durante los años 60 y parte de los 70; me interesa saber porqué nunca el gobierno ha explicado el motivo que negaba la entrada de homosexuales a las filas del PCC (aunque yo, de ser ellos, lo tomaría como un favor) o en virtud de qué política peculiar se han visto limitados para ocupar determinados cargos de dirección u ocupar ciertos puestos de trabajo.

La reacción de Lady Mariela ha sido, no solo desproporcionada, sino además hipócrita y falaz. Su referencia a los blogger independientes cubanos como opositores y mercenarios relacionados con “el Imperio” es la misma machacona historia de siempre: todo el que opine diferente es enemigo: nada más ajeno a la tolerancia que predica. La pregunta que le hizo Yoani en nada afecta la soberanía de Cuba y sí apela al derecho de millones de cubanos. Todavía no hemos escuchado las frases de disculpas de este gobierno -que sí financia generosamente las “investigaciones” de Marielita- por sus décadas de abusos y atropellos contra los “diferentes”, sean o no homosexuales.

2 comments:

Anonymous said...

bueno el chiste. libertad para Cuba, ya

Anonymous said...

http://www.skierka.de/index.php?mainpage=show_pubimg.php&id=11