Friday 25 January 2008

Yoani Sanchez sobre censura y autocensura

"O tantear hasta chocar con el límite"

Por Jorge A. Pomar, Colonia


El castrismo vive más del miedo, del policía imaginario trepado sobre el hombre de la inmensa mayoría de insulares y emigrados, que de la omnipresencia y alcance real de su aparato represivo, por grande y cruel que éste sea.

Y es que en los cubanos de ambas orillas la cultura de la queja converge con una pasividad seudoapolítica colaborante por omisión. De hecho, la eficacia de la represión castrista es inversamente proporcional al número de individuos contestatarios que es preciso reprimir.

De alcanzar la resistencia pasiva --que es de lo que en sustancia proponen Yoani y toda la oposición pacífica interna
-- cierta masa crítica poblacional, el régimen colapsaría o se vería obligado a recurrir a la fuerza bruta, con similar desenlace a corto plazo sobre todo para un régimen ya al borde de la acefalia. Sólo que los cubanos de hoy ya no sólo no están dispuestos a "poner el muerto", como se decía en tiempos republicanos, sino ni siquiera a poner el contuso o el recluso.

Yoani insiste una y otra vez sobre el tema: ya va siendo hora de dejar de echarle toda la culpa al Magno Paciente y sus secuaces, y de identificar dentro de cada uno de nosotros al censor-autocensor que rige nuestra impostura civil. Reducido a la quintaesencia, el mensaje de Generación-Y equivale al refrán "Niño que no llora no mama".


Por consiguiente, es hora de decir por lo claro lo que se piensa, de admitir de una vez por todas que no se es más que una tuerca dúctil en el engranaje represivo del Ministerio del Interior y callar para siempre o irse a rezar al pie del altar de la iglesia o del ilé o cuarto
yoruba. "Para abajo --dice el refrán-- todos los santos ayudan". Para arriba los fieles han de ayudarse primero a sí mismos antes de obtener el favor del imperialismo como en el 95, del santoral católico o el panteón yoruba.

Nota bene:
esta breve descarga introductoria va dirigida sólo a aquellos que sin duda sienten temor y se abstienen por instinto de conservación, pero en su fuero interno añoran el cambio y, sea cual fuere, nada saldrían perdiendo con él, salvo las cadenas. Camajanes profesionales y mercaderes del anticastrismo insiliar o exiliar hacen bien en no darse por aludidos. Cierto, la general escasez de coraje civil y la paranoia colectiva de que habla Yoani hacen lo suyo.

Porque, con todo lo limitado que pueda ser el acceso a la Red de Redes, inútil negarlo: a estas alturas es imposible encontrar
en toda la Isla a un sólo pepillo o pepilla "en onda", de esos que siempre están a la que se cayó en Occidente, que realmente no sepa quién es Yoani Sánchez.

Otra cosa es que, como los tres monos místicos del santuario de Toshogu, en Nikko, al norte de Tokio, no quieran oír (Kikazarus), hablar (Iwazarus) y ver (Mizarus).

Cada primate con dos virtudes y un defecto invalidante a la hora de consensuar un testimonio acusatorio sobre los desmanes de los humanos, que en este caso serían los perversos gobernantes de la Isla. Igual sus progenitores (los de los jóvenes, no los de los simios) perjuran al declarar no haberse enterado todavía de la existencia de un movimiento opositor interno.

Eso pese a las constantes referencias al respecto en el discurso oficial y la prensa plana. Sin contar los altísimos índices de teleaudiencia alcanzados por diversos filmes documentales enfilados contra "camajanes", "agentes a sueldo de la CIA", "mercenarios al servicio de Bush y la mafia de Miami", etc.

¿Quién se lo va a creer? La calambrina, la envidia y la alegría por el mal ajeno a falta del bien propio considerado indeseable (intentar disputarle en buena lid a Yoani su bien merecido protagonismo equivale a sacar pasaporte para trasladarse en cualquier momento de la cárcel con rejas acuáticas a la de barrotes y cercas alambradas)
desempeñan tambien un papel nada desdeñable en el mantenimiento del statu quo en la Isla.

Hablo de la pauta igualitarista del castrocomunismo castrista extrapolada a un campo opositor y apolípico-maledicente insiliar o exiliar donde pululan los gatos pardos con sendas parejas de patas muellemente apoyadas en cada orilla del charco político-ideológico, según una moda políticamente correcta que manda ser moderado a ultranza.

(Por cierto, el lodo arrojado contra Yoani no ha podido ser más fecundo. Admito que esa propaganda negativa ha sido mucho más eficaz que la defensa todoterreno de este y otros blogs liberales. No creo en esas ideas ocultas al fondo de una cueva que pueden más que ejércitos entero, pero me inclino respetuoso ante el papel de la personalidad en la historia en "ciertas y determinadas" circunstancias, como las que nos ocupan. Y a ella le es dable hacer lo que otros no hemos podido o querido.)

Dicho de otro modo, Yoani duele a tanta gente dentro y fuera de Cuba porque demuestra cada día que sí, que se puede hacer lo que ellos no hacen --
no ir a votar, por ejemplo-- o hicieron cuando aún no se habían perdido del Morro: tantear hasta chocar con el límite de tolerancia castrista, que es lo que en principio han hecho siempre los grupos opositores más osados.

¿No clamaban los insulares --especialmente los jóvenes destinatarios de Generación- Y, aunque no sólo-- por un líder que diese el ejemplo, que marcara el rumbo a seguir, pues ahí tienen a la Rosa Park criolla: mestiza, joven, simpatiquísima, corajuda y comedida al mismo tiempo, carismática a más no poder, original e innovadora sin dejar de ser una figura de fácil identificación con.
Por lo demás, sumamente modesta en sus aspiraciones y exigencias: Yoani apenas pide a sus compatriotas decir lo que piensan y hacer lo que en el fondo ansían. ¿Demasiado?

Bueno, entonces a subirles el audio a todo lo que dé a radios, televisores, tocadiscos, grabadoras, etc. Recuerden: el 8 a las 8 de cualquier mes. Y ya que la cosa va de ascenso, igual pueden "alzar cada uno con firmeza la mano del otro". Surgerencia de la efímera FECU, fallecida prematuramente el mismo día de su inauguración que hizo preguntarse al Abicú si no bastaban con que cada cual alzara la suya.

O bien, en su defecto, exhorto a los insulares obstinados pero cautos a reunirse discretamente este 28 de enero, natalicio del Apostol, en los portales del hotel Inglaterra y la Manzana de Gómez e ir cruzando uno a uno hacia el Parque Central y, procurando no llamar la atención, depositar una florecita de cualquier color al pie de la estatua de José Martí.

La idea se la propuso, con toda seriedad, en el 91 al grupo opositor Criterio Alternativo el respetable caballero jabao que dirigía una organización disidente de vieja data con nombre artístico, "Proarte" o algo por el estilo. Mi pregunta retórica de entonces: "¿Cree Usted de veras que Marti toma nota del gesto?" En fin, todo esto para poner una vez más en limpio que no hay nadar y guardar la ropa ni oposición sin riesgo bajo el actual totalitarismo insular. Sin duda, Yoani Sánchez está corriendo el suyo.

Sin más, Yoani entrevistada ya hasta por la con el castrismo obsecuentísima CNN, que no es poco decir acerca de la magnitud de su fama:

4 comments:

Anonymous said...

Jorge:
En las vias que, según Yoani, usa para poder publicar sus posts (por ejemplo, entrar en hoteles "disfrazada" de extranjera), hay algo que no logro tragarme, conociendo como conocemos a la Seguridad, que no se destaca precisamente por el ahorro en la asignación de "compañeros" fieles vigilantes de tus pasos...

luisc said...

Imagino que con toda la alaraca que se ha armado, cada día le será más difícil a Yoani publicar sus posts, pero hoy lo que debemos hacer es aplaudir a la chica, con el respectivo retiro del sombrero, pero, coño, no la matemos en vida...
Si mañana resulta que era agente, pues hasta ese día nos sirvió. En definitiva ella lo único que hace es publicar sus crónicas habaneras, las mismas que nosotros acá sabemos y vivimos, pero ella tiene la cintura de hacerlo desde allá (Ojo, cdo yo vivía en la isla, tenía acceso a Internet desde mi trabajo en una empresa de software y nunca voté en las elecciones y hasta tengo el orgullo de hacer salir de mi casa a los representantes del CDR cdo, sorprendidos por nuestra ausencia, decidieron irnos a buscar).
Hoy Yoani es una voz discordante en medio del coro talibán.
Yo, personalmente, le deseo mucha suerte y la admiro profundamente. Ojalá y hubieran más Yoanis en la isla de la siguaraya y los CDR.

Anonymous said...

Eso de "Tantear hasta encontrar el lìmite" trae la aceptaciòn implìcita de aceptar lìmites a la libertad de expresiòn; es tambièn una forma de autocensura.

Anonymous said...

Oye, negro, hazle un favor a Yoanis y déjala tranquila. Tus elogios son lo más raro que se puede leer. La chiquita es buenísima, muy valiente. ¡No la ayudes, compadre! Ya hay un idiota diciendo que la muchacha se autocensura también. En un país de gente sin cerebro hay que ubiucarse en que los que leen se confunden y ven las loas como críticas veladas y envidia. Ya te acusaron de no poder compararte con los cuatreros del Moncada. No hables más de Yoanis, a ver si Liborio entiende que apareció una flaca con timbales para recordarnos los que nos falton a casi todos. Sugerencia de brother