Saturday 10 March 2007

Presentación

Según la mitología yoruba, "abicú" (o abikú) es el niño enfermizo que muere sólo para encarnar en hermanos posteriores a los que "se lleva" en breve. Alma en pena, cuando "se queda", trae infaliblemente desgracias a la familia, porque el abicú es de otro reino. Según viejos lucumíes citados por Lydia Cabrera en El monte, se le debe mutilar una oreja o zajar los brazos a fin de reconocerlo cuando reencarne.

Si sobrevive, es preciso "amarrarlo" por el tobillo o la muñeca con una rústica cadena de hierro. "Por si o por no, un día a la semana... conviene pegarles". Lo cual suele hacerse empleando un mazo de escoba amarga atado con una cinta roja. Pues los abicúes dan "mucha guerra", suelen "saber mucho", se conducen "con alarmante gravedad" y "miran como gente grande". "No se le debe decir a nadie abicú. Se le sala. Y es un insulto".

Por extensión --añado yo por experiencia propia--, abicú viene a ser lo que en español castizo se conoce como espíritu de contradicción. Trátase de un rasgo de carácter incurable que hace que ahora mismo el cubano que lo posea no encaje ni en el Partido ni en la disidencia, ni la Isla ni en la Diáspora, ni en la Cuba actual ni en la del futuro, sea ésta cual fuere.

El abicú no tiene, pues, otra manera de reconcilarse con el mundo que hacer honor a su estigma empuñando a su vez un gran mazo de escoba amarga para devolver golpe por golpe los fuetazos que merece y a gusto recibe. Respetando en la polémica, eso sí, las reglas de juego de la retórica humanista, pues el suyo es el reino del concepto y la argumentación racional, no el de la diatriba y el panfleto.

El abicú liberal será, en consecuencia, un blog abierto a todos los que se atengan a esa regla elemental y desde luego, en particular a todos los inconformistas que tengan pensamientos incómodos que evacuar sobre la cuestión cubana o quieran abordar, a fondo y sin compromisos, temas que no tienen cabida en otros medios. Por tratarse de un blog editado en Europa (Colonia, Alemania), ha de centrarse en la política cubana de la Unión Europea y del resto de los países del Viejo Continente.